Thursday, February 17, 2005

la historia

Cuando me regalaron mi primer libro de historia, fue algo magistral, cuentos y más cuentos de personajes ilustres que venían a salvar al mundo. Personajes importantes que hablaban de como ser mejores sociedades, mientras dejaban en el laberinto de la miseria a sus hijos y mujeres. Cuando se dedicaban a llevar la palabra verdadera, olvidando que en casa no habia lumbre, ni pan, muchos de estos hombres dejaban en hospicios a sus hijos, desantendiense para siempre de ellos, otros , con la religión en la mano, apoyando destrucciones masivas de pueblos. Otros ,llevados por el poder, el gusto del dinero, lo mercenario, cruzaban de cama en cama, usando y matando en nombre de la humanidad. Hijos muertos a manos de padres o madres,todo en nombre del poder y en nombre de la doble moralidad que los hombre vivimos desde tiempos remotos. Este mal, no es de hoy, es de siempre, esta desolación, este despotismos, esta corrupción, este jurar sobre la biblia con una mano, mientras en la otra se carga la metralla, no es de hoy, es de siempre..
El sector humano, que ningún Dios ha podido controlar, porque se sienten dioses, poderosos, con la verdad a cuestas, omnisapientes, onmipotentes, se paran todos los dias y le agradecen a Dios ser tan grandes como él.
El sector humano, que nos indica que está bien y que está mal, es él que nos conduce a la hecatombe, en nombre de qué, en nombre de la paz mundial, pretenden hacernos caer en los mismos juegos de guerra en los que siempre caemos.
Y qué? ¿ acaso mientras los pueblos golpeados, subyugados, cernidos, muertos, estén lejos de nuestra casa, permaneceremos impávidos, cómo siempre?
Cuántos grupos sociales levantan la voz en protesta, y son acaso escuchados o atentidos, ni siquiera por nosotros mismos, menos por los líderes, que en ven en ellos, revoltosos que no saben en que ocupar su tiempo y su dinero ?
Y nosotros los que tenemos hijos y que además tenemos amigos que tienen hijos que son llamados a la guerra, y que los dejan ir aún sabiendo que esa guerra no debiera existir.Y no por eso dejan de sufrir.
¡Pobres padres y pobres hijos.!
Qué nación merece vivir sobre las cenizas de otros pueblos, tal vez más pobres, tal vez más bélicas, pero acaso , alguien puede ser más bélico que Estados Unidos, qué siempre anda mirando enemigos en lugares lejanos, cuando los enemigos más fuertes, más persistentes están dentro de su casa. ? ¿ Qué culpa tienen los norteamericanos, de estar llenos de personas que se sienten dioses? Ellos tambien padecen la pérdida de los hijos, la pérdida de la vida, y qué de los miles y miles de personas que ha hecho su vida en ese enorme país, ¿acaso merece sacrificarse, solo por haber deseado mejores formas de vida?
Ningún mal, puede ser corregido con sangre. Bastantes ejemplos de ello tenemos en la memoria, tantísimas guerras, pleitos de sangre, de religión , de tierras, guerras que van ya en la sangre de miles que perecen en esas batallas, donde los niños nacen siendo soldados, con el odio en el ADN, con la venganza como código en el inconciente.
Las guerras no son la manera de sanar a la humanidad, al contrario se vuelven virus que pasan de generación en generación, de raza en raza, de pueblo en pueblo, de naciòn en naciòn
La humanidad nunca podrá ser sanada de esa forma, la historia asi lo narra desde principios del hombre, cada herida bélica impuesta a cualquier grupo social, golpea a la humanidad completa.
De pronto no hay Dios que alcance, ni religión que cure.
Pero, ¿de quién es la culpa de que esto pase y vuelva a pasar, y se repita en cada època, en cada siglo?
Nosotros, que somos personas del siglo pasado, que vemos y reconocemos , que la historia ha hecho de nosotros mártires, a veces jueces, en ocasiones víctimas, podemos estar seguros que no hemos hecho lo suficiente, es más no hemos hecho nada. Nosotros tenemos el poder de cambiarlo, pero mientras el dolor no toqué a nuestra puerta, es algo que no nos concierne, lo miramos pasar a lo lejos y nos lamentamos. No sabemos lo que es estar en la cárcel, hasta que estamos, ni conocemos el dolor de perder a un hijo, menos de que nos lo maten, así que solo podemos dar el pésame a los que si lo pierden, pero en carne propia no lo sentimos hasta que nos pasa.
Tenemos el poder de las mayorias y nos sentamos comodamente a condolernos de las noticias nacionales y de la extranjeras, o simplemente, cambiamos de canal en la televisión para ver cosas más agradables, algo que nos ayude a no pensar en que estamos llevando, nosotros, juntos con estos lideres atroces que tenemos, al exterminio, al término no solo de la vida..sino de la verdad que debiera guiarnos siempre.

"Que Dios se salve del hombre!!!
Que el hombre se salve del hombre..!!!
Que la humanidad no perezca en manos del hombre..!!!
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ATREVIENDOME...
ROCIO AVITIA GARCIA
CHIHUAHUA, CHIHUAHUA, MEXICO
FEBRERO 2003